Dolor Ajeno

Mi vida en el limite, en el limite de un tazón, lista para desbordarse en cualquier instante, con cualquier sutil movimiento.
La vida escurrida, bajando por los pies de la mesa… desparramada… escondiéndose entre los pies y mi suelo…

Muero por el exceso, por demasiado de ti,
Muero por no soportar más, ninguna gota…

Lo que ya mató mis ansias, quiero que me envenene.
Lo que ya mató mi sed, hoy, quiero que me transborde.

Cuando te veré otra vez?

Tal vez en algún sueño, algún sueño sin cadenas a la realidad que no tome en cuenta mi demencia y me dejen abrazarte, sin preguntar cuando te irás. Y cuando volverás.


Mirar tus ojos, y sentirme parte de ellos… tal vez en otros tiempos que no son tiempo.


O en lo etéreo saber que sigues conmigo, hablándome de los caminos, fumándonos mi vida, bebiéndonos mi café, caminando por las orillas de mis playas, que fueron tan tuyas y que solo dios sabe porque ya no.


Ya no estás aquí y sigues aferrado a mí, todos los días, en cada viaje, en cada espejo, en mi.


Y me pregunto de nuevo… Cuando te volveré a ver?


Esperaré que pase este tren…

Ja!

Buscando entre calles, las primeras hojas han caído.



Lo sé…

Ellas se han marchitado y dejaron de aferrarse a lo que siempre las contuvo. Ciclo de la vida? O sólo un mal momento?



¿Qué buscaba yo?...

Me encontró y yo no.


Ahora mis ideas vacilan entre esas hojas desgarradas, mientras yo aun no recuerdo que es lo que buscaba… ¿Ciclo de la vida o sólo un mal momento?